En un mundo veloz, donde no se puede invertir mucho tiempo en conocer las tendencias y rasgos más notables de las personas con quienes nos relacionamos, se hace imprescindible echar mano de la biblioteca astral con la que cada ser humano ha sido dotado según su signo zodiacal. Estar al tanto de las fantasías eróticas que palpitan en el seno de tu pareja puede ayudarte a actuar en consecuencia, a saber si esas fantasías conjugan armoniosamente con las tuyas.
El lado oculto, pero de ninguna manera siniestro, de Sagitario
Al hacer el amor se desmigaja un surtido arsenal de sentimientos, gracias a él la vida en pareja puede fortalecerse o debilitarse. Sagitario es de esas criaturas que disfrutan de practicar el sexo en espacios abiertos, al contacto con la naturaleza descargando grandes cantidades de energía corporal. Siempre dispuesto a experimentar nuevas formas de disfrutar del amor, apartando de su vida el cadáver de la monotonía.
Aman viajar y mezclan estas añoranzas con el entusiasmo por dar brío a sus fantasías sexuales en lejanos y paradisiacos parajes. Por ser un signo de elemento fuego, es enérgico en los menesteres de la alcoba; alimenta una curiosidad por saber hasta dónde se puede desvelar los misterios del sexo.
De mente abierta, Sagitario le descubre un importante sentido a la vida, el de disfrutar la aventura de la pasión sin hitos, sin convencionalismos. El cambio es su ambiente natural y será en estas praderas donde se lo hallará cometiendo infidelidades que harán de su existencia un emocionante bálsamo. Siempre dispuesto y divertido, aceptará de buen grado las propuestas de conducirle por senderos de éxtasis y erotismo, siempre que le parezcan razonables. Son estas cosas las que añaden una gota de picante a su activa manera de vivir.
Una vida sexual intensa, característica fundamental
El contacto con otras personas, el roce de piel contra piel; Sagitario bulle en el deseo de vivir intensamente, conociendo a la mayor cantidad de gente, ensanchando su círculo a aquellas que le parecen más interesantes. Sagitario sueña con tener una aventura sexual con algún personaje de renombre, a quien considera capaz de hacerle tocar el límite último del placer. El hecho de que las personas famosas sean inalcanzables hace que Sagitario las idealice ardorosamente.
Bajo la suave y tersa corteza de la mujer de Sagitario se halla un ser amante de la vida, siempre juvenil y dispuesta a correr una aventura más. No se niega los placeres del sexo y alimentará con nuevas páginas su compendio personal del Kama Sutra. No se vetará a sí misma las nuevas técnicas, por el contrario siempre querrá experimentar otras tantas. Ella cabalga hacia el horizonte con la flecha de su arco apuntando siempre en dirección al paraíso de la libertad sexual.
El hombre de Sagitario acrecienta en su interior aficiones similares. Como el fósforo que aguarda por un mínimo estímulo, se excita rápidamente, el pecado de la frialdad le ha sido negado. No se enjaulan en inhibiciones y asentirán ante la oportunidad de vivir una aventura clandestina.