Se reconoce que el miedo es una emoción necesaria. Ha sido útil durante el largo camino evolutivo ya que nos ha preservado con vida en multitud de circunstancias. De haber hecho caso omiso de ellas nos habríamos metido en más de una situación lamentable. Por ser algo intrínseco a nuestra naturaleza, no podemos deshacernos de nuestros miedos; el problema surge cuando su manifestación, que a veces es en forma de fobias, comienza a crearnos problemas. Tendemos a padecer de algunos miedos de acuerdo con el signo al que pertenecemos. A continuación destaparemos los miedos que conmocionan los ánimos de Capricornio.
Capricornio ante el espejo de sus temores
No es una cuestión de elección, nuestros rasgos personales más genuinos vienen determinados por nuestro signo zodiacal. El tener conocimiento de nuestro verdadero yo nos ayudará a desarrollarnos mejor y crecer como personas. La persona de signo Capricornio tiene un temor que va a la par con su rígida forma de hacer las cosas. Cuanto toma la decisión de hacer algo sabe que tendrá que conseguirlo a cualquier precio, sin importar el esfuerzo que invierta en ello.
Aunque todos crean que tiene la situación bajo control, Capricornio teme no estar a la altura de las responsabilidades que echa sobre sus propias espaldas. Entonces se torna más riguroso y drástico consigo mismo y de igual manera con el resto, ganándose por esto una reputación de tirano. Para no ser presa de sus temores, Capricornio habrá de aprender a confiar en los demás y no intentar hacerlo todo por sí mismo. Sobre todo cuando esté posiciones de mando, donde tiene personas a su cargo, tendrá que fijarse más en los sentimientos, capacidades y posibilidades de estos.
Trabaja duro para conseguir sus objetivos
Capricornio trabaja para hacer realidad sus ambiciones de riqueza, poder, posición y reputación. Otro de sus temores se engendra en este medio: el miedo a perder el respeto de los demás o a no alcanzar los altos objetivos que por lo general se traza. Siempre apunta muy lejos y a veces es superado por la magnitud de sus objetivos; él lo sabe, no obstante, no lo puede evitar, por ello tiene que convivir con ese temor. Usualmente es el último en venirse abajo cuando la realidad hace zozobrar sus proyectos; es el hombro fuerte sobre el que los demás se apoyan. Su temor viene del hecho de que, cuando no es capaz de llevar a buen término el proyecto que lidera, puede verse expuesto a las burlas y al ridículo.
Este temor puede hacer que siempre esté inquieto, a la expectativa de cualquier detalle que podría golpear sus proyectos. Por estas razones es atacado es atacado por el estrés y el agotamiento. No es capaz de expresar sus sentimientos con facilidad, debido a esto es conocido como una persona seca y sin emociones. Teme ser considerado como tal, ya que en realidad alberga una cuantiosa reserva emocional que no sabe cómo exteriorizar. Muchos de sus temores se disiparán cuando dejen de tratar a los demás como máquinas al servicio de sus órdenes; cuando se trate a sí mismo con mayor indulgencia.
