La mujer Cáncer es una buena representante del elemento agua. Tierna, soñadora, familiar y sentimental, su lado bueno y oscuro lo definen sus afectos ya que todo pasa por su hogar, por sus seres queridos. Esto lo determina todo y la familia es su talón de Aquiles como buena canceriana. Mística, curiosa, espiritual y por supuesto, atada al pasado, no hay forma de evitar caer en la emotividad. Por todo lo mencionado, es fácil entender que las chicas de Cáncer pueden ser muy apegadas y presentar cuadros marcados y repetitivos de depresión cuando las cosas no salen como las planifican.
Sin embargo, a diferencia de los hombres de este signo, las mujeres de Cáncer son un poco más centradas, maduras y emprendedoras que el sexo opuesto de este signo zodiacal y por lo general son las que llevan adelante la casa y organizan todo. El problema es que los hombres de cáncer son eternos niños, llegando a identificarse por su comportamiento un tanto infantil lo que en muchos casos suele traerles problemas a nivel familiar o en el plano profesional. Conozcamos a fondo como es la mujer de Cáncer.
Pacíficas, tranquilas y de instinto maternal
Las mujeres de Cáncer son la suavidad hecha persona. Suelen a ser bastante moderadas, conservando sus encantos femeninos, pero sin la necesidad de llamar la atención en todo momento. Como buena aprendiz del agua, a ellas no les gusta entrar en conflicto y siempre evitan el momento crítico. Son ese tipo de mujer reservada, pero que al mismo tiempo siempre estará cuando la necesita, porque son servidoras por naturaleza por lo que las veras a tu lado cuando estés en aprietos y necesites de su colaboración. Por otro lado, lo primero para ellas es la familia, sea la de origen o la que ella conforme en matrimonio.
Los hijos tienen un papel central, pero a un punto extremo, llegando ser identificadas por su sobreprotección y por ser tan consentidoras. No es extraño que este tipo de mujeres quieran salir embarazadas cuando se sienten enamoradas, ya que para ellas un hijo es un baúl de tesoro, donde pondrán todos sus sentimientos. También se puede decir que no les gusta la ironía o las indirectas, para ellas todo debe ser tratado con franqueza. Dulces, entusiastas y unificadoras de sus grupos familiares. Serán el centro del hogar que conformen.
Sensibilidad y cambios de ánimo
El problema con estas madres y esposas amorosas es precisamente su propensión hacia lo emotivo. Esto las hace actuar de forma temperamental y cambiante, pasando de la tristeza a la impulsividad. Pueden ser víctimas de las depresiones más marcadas y en su interior experimentan un carrusel de emociones fuertes. Como amantes pueden mostrar inseguridad y en ocasiones, suelen ser celosas. Cualquier persona que dañe la unificación familiar será el enemigo para ellas. Son además Caprichosas, quejicas y dependientes emocionalmente hablando. Más allá de todo esto, siguen siendo las mejores esposas y madres, destacando por su incansable dedicación en el bienestar de sus seres queridos. ¿Qué más les podemos pedir?
