Los padres nativos de este signo son en general, y a lo largo de toda la vida, los ángeles guardianes de sus hijos. Son padres muy protectores y siempre defienden mucho a sus hijos. Aunque muchas veces lo pueden hacer con muy poca objetividad, los padres de este signo no pueden contener sus impulsos en este sentido. Los varones de este signo, cuando conocen la noticia de que van a ser padres, se transforman en excelentes compañeros de su pareja. Son muy protectores, y se muestran particularmente sensibles durante esa etapa. Una vez que nacen sus hijos, dedican enteramente y de manera casi extremista, su vida a ellos.
Lo que más llama la atención de un padre de este signo
Una de las primeras cosas que llama mucho la atención, y especialmente a las madres, es cuán colaboradores son los padres cancerianos. Cuando se enteran que su pareja está embarazada no reparan en los cuidados, y puede llegar incluso a ser agobiantes. Cuando nacen, estos padres son los primeros en participar de sus cuidados. Cuando las madres, especialmente las “primerizas” se ponen muy nerviosas, el padre le otorgará la seguridad que necesita. Dado el gran carácter hogareño de este signo, estos padres son de los que pasan más tiempo con sus hijos.
Cuando sus hijos crecen y llegan a la compleja etapa de la adolescencia, los padres nativos de Cáncer son particularmente receptivos a escuchar. Tanto sean padres o madres, este signo se muestra como un padre muy paciente, tolerante e incluso “transgresor”. Esto último, es notorio cuando sus hijos le plantean asuntos o problemas relacionados a su sexualidad. Cuando otros padres “ponen el grito en el cielo”, Cáncer se muestra receptivo y empático. Esto les permite disfrutar de una relación con sus hijos, muy fluida y cálida.
Lo que le cuesta más a Cáncer como padre
Relacionado a su carácter proteccionista, en ocasiones caen en los extremos. Cuando se transforman en padres muy sobreprotectores, los hijos de este signo sufren mucho. Si bien, encuentran el espacio para plantear esa incomodidad, los padres no pueden superar su tendencia a la sobreprotección. Estos quieren saber absolutamente todo acerca de la vida de sus hijos. En ocasiones, eso es interpretado como intromisión, y sus hijos se molestan mucho.
A su vez tienen un temperamento muy cambiante, y eso desconcierta mucho a sus hijos. Este signo pasa de la depresión profunda a la alegría, en tan solo unos minutos. Una respuesta que pudo haber sido un “no” en determinado momento, se transforma rápidamente en un “si”. Esto confunde a sus hijos, y los desorienta a la hora de tener referencias claras. Cáncer debe cuidar este aspecto, en la medida que los padres muchas veces se transforman en el espejo en el que sus hijos se miran. También le suman a este cambiante comportamiento, una cuota de originalidad, que muchas veces no se entiende. Por un lado muestran un perfil bastante clásico, pero por otro lado pueden salir con una idea que confunde mucho al otro.