Así como sucede en las viejas leyendas, las sagas y los cuentos de hadas, el mundo de los sueños está también plagado de animales fantásticos. En muchos casos, éstos se presentan bajo formas que no permiten su exacta identificación, pero en otros, la posibilidad de distinguirlos es bien precisa. Cuando se trata de los primeros es muy importante considerar el comportamiento del durmiente, ya que es probable que el animal sea la personificación de algún trauma no resuelto. Este tipo de sueño provoca angustia y deseos de salir de esa terrible situación.
En lo que hace a las bestias ficticias más comunes, se destaca el unicornio, que representa en el lenguaje hermético la necesidad de ascenso espiritual, la búsqueda de una verdad superior a las certidumbres cotidianas. Este mensaje del inconsciente revela un espíritu poco vulgar y una inclinación a romper los moldes que impone la rutina diaria.
Otro de los animales fantástico más comúnmente soñado es la sirena, símbolo de la unión de la tierra, el agua y el aire. Este sueño denota la necesidad de abandonar, aunque sea solo momentáneamente, las pasiones que impiden reflexionar de manera pausada acerca de la vida.
El dragón, por su parte, representa la autosuficiencia, la vanidad y la soberbia. Antiguamente, soñar con uno de estos poderosos seres era considerado un mal augurio, ya que se decía que los dragones traían muerte y destrucción.