Yo sirvo es su verbo favorito, y este patentiza su capacidad y astucia dando solución a esa falta de acción que uno pudiera aguardar de su conducta.

Estos nativos se distinguen por la absoluta amistad que profesan. Pero si habrá que ser cautelosos en lo referido al amor y a fidelidad que profese, ya que si bien el exige apoyo y cariño su naturaleza es demasiado voluble como para sostener una estabilidad por mucho tiempo.

Saturno, su planeta regente, tiende a infundirle a los capricornianos una extraña frialdad que da espacio a malos entendidos.

El pasado tiene mucho valor para ellos, como también el hogar y la madre. Con este nativo es bueno saber moverse con precaución, se trata de un hombre que aunque perdone nunca olvida.

En cuestiones del corazón no hay dudas de que siempre encontrara “otras” que rivalicen con su cariño, por eso la mujer que lo persiga debe introducir elementos amenos en la convivencia que permitan renovar el dialogo.

Los suyos son nervios que nacen desde muy adentro.

Quien haya dicho que para llegar al corazón de este nativo tendría que pasar primero por su estómago conocía muy bien la personalidad capricorniana. Brindarle comodidad y un hogar al que sienta como refugio será lo que más lo conquiste.

No esta demás tener en cuenta que a este hombre lo cautivan tres cualidades en una mujer: que sea llamativa, elegante y perfeccionista.