La adivinación es una habilidad especial que poseen ciertas personas quienes afirman visualizar hechos que sucederán en un futuro próximo, es una cualidad que va apareciendo a lo largo de la vida y que depende de quien la posee desarrollarla o no. La videncia es una actividad que ha estado presente en muchas épocas, y que actualmente aún sigue vigente en la sociedad, muchas personas acuden a los videntes para encontrar respuestas a las incertidumbres de su futuro. Es sin duda una labor que genera controversia en muchos, si te interesa y quieres saber sus principales secretos, aquí te lo contamos.
Atención a los detalles
Una de las principales características que poseen los videntes exitosos es su minuciosa atención al detalle, en cada una de sus sesiones prestan mucha atención al vestuario, el lenguaje corporal y la forma que cada persona tiene para describir lo que le acontece. Estos son aspectos que le ofrecen una visión más amplia del consultante, de su contexto y de todos los factores que influyen al momento de dar un veredicto sobre lo que puede llegar a sucederle. Porque además de ofrecer un concepto de lo que puede suceder, el vidente también puede ser un consejero para esa persona que va en búsqueda de su ayuda, así que cada factor cuenta y es necesario que quien se quiera dedicar a la videncia, tenga lo tenga presente para cumplir su labor bien.
Un vidente tampoco acierta inmediatamente, lo hace después de una serie de preguntas que va haciendo a medida que el consultante expone su caso, y por lo tanto también es de vital importancia que el vidente sea claro y oportuno con lo que consulta de la otra persona. Y aquí la atención también juega un papel crucial, él tiene que analizar toda la información que recibe, ser preciso.
Práctica
Pero más que hablar de trucos y secretos, lo más importante es hablar de la práctica que conlleva desarrollar esta destreza, de nada servirá que una persona siga todos los pasos para convertirse en un buen vidente si no practica. La videncia es una habilidad, talento, destreza que como cualquier otra se tiene que practicarse con disciplina, un músico excelente no forja su talento de un día para otro, tampoco lo hace un pintor y no lo hará un vidente.
Es cierto que hay que contar con la aptitud necesaria, pero eso no es suficiente esto para infundir confianza y seguridad al consultante, porque eso también es un ítem que un vidente tiene que tener en cuenta, lo que transmite a los demás. Es imperativo que trabaje en su imagen, en su vestuario, en su forma de hablar y en su actitud, sino genera confiabilidad, su labor no tendrá éxito, en esta actividad también predomina la calidad y la experiencia. Que el vidente pueda generar una comunicación amena y óptima con el consultante, y que su discurso sea elocuente, que no se quede en lo simple, sino que vaya más allá de ello, que busque ser asombroso y muy convincente.