Conocer a una persona, hacerla importante en nuestras vidas, entregarle toda nuestra confianza y compartir con ella bellos momentos es algo maravilloso. Pero afrontar una ruptura y aceptar que ya no va a estar con nosotros es doloroso, se llena nuestra alma de mucha tristeza y decepción. Y no queda más que buscar la paz y tranquilidad que perdimos, encontrarnos con nosotros mismos, recordar con gratitud todo lo que vivimos y seguir adelante. Seguro que conoceremos después a otras y seremos felices, aprenderemos y viviremos nuevas experiencias gratificantes, si quieres saber cómo afronta Cáncer este conflicto, aquí te lo contamos.
Una profunda desolación
Un nativo de Cáncer es cariñoso. Hace todo lo posible para que sus seres queridos se encuentren bien, entrega la mayor parte de su tiempo a ellos, los cuida, los llena de amor y esta ahí como un apoyo en momentos difíciles entregando todo su amor. Cuando se enamoran, dan todo de sí para que la relación prospere, se preocupan por ser lo mejor y se esfuerzan para que esa persona amada se encuentre bien a su lado y sea feliz, son atentos y adorables. Tienen el ideal de consolidar una relación que dure para toda la vida, son pacientes y se adaptan a su pareja.
Pero cuando se dan cuenta que han sido engañados y que nada de lo que han hecho ha sido valorado, se alejan rotundamente sin mirar atrás, pasan por momentos bastante fuertes para ellos que son difíciles de manejar. Se entregan totalmente a la tristeza y no dan cabida para más, el llanto será el pan de cada día, también pueden sentir algo de odio y resentimiento, se aíslan del mundo exterior. Pero es algo que no dura para siempre, cuando sanan las heridas, renacen como el ave fénix y vuelven a ser ellos mismos otra vez.
Algunos consejos
Es importante no reprimir las emociones ya que mediante ellas es que nos recuperamos de sucesos que nos causan mucha conmoción, pero también es necesario dejarlas ir con el paso del tiempo, quedarnos envueltos en la tristeza es algo que nos daña sólo a nosotros. Dejamos de recibir nuevas emociones y nos concentramos en un pasado que ya no es importante, nos perdemos de grandes momentos sólo por estar en un estado de desolación que no nos deja ver mas allá.
Hay que aceptar las cosas y entender que el destino actúa para que todo lo que tenga que pasar pase, tal vez era inevitable y no tenemos que seguir sufriendo, hay que tomarlo como un aprendizaje es nuestra vida. Nada mejor para superar esta etapa que perdonar, el perdón es liberación y cuando lo hacemos, cortamos con todo ese dolor que tanto nos aflige, nos alejamos, nos renovamos y volvemos a sonreír. Busca apoyo en tu familia y amigos, desahógate y no te quedes con eso que te mortifica, verás que hay mucho amor alrededor de ti que estás ignorando. Sal a disfrutar, emprende en nuevos proyectos y canaliza tus energías en ellos, la tranquilidad llegará poco a poco.